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WhiteCollarReadings - Lidiando en un Debut

01.07.2009 23:47

Escritos para pensar la empresa

Por: Swazmo

Tu padre fue agricultor y tenía la habilidad de cultivar frutas y verduras que se hicieron famosas en una pequeña tienda dado que se producían de manera artesanal, sin abonos ni insecticidas químicos, eran productos de muy buena calidad, aquello que llaman frutas y verduras orgánicas, pero el negocio no prosperaba lo suficiente, tal vez por estar en un lugar transitado por gente de negocios y no por amas de casa ni "personas que mercan".

Heredas el negocio de tu padre y un pequeño capital con el que hacerle algunas mejoras. Tienes la idea de hacer una barra de "ensaladas con verduras orgánicas", lo piensas mucho, haces unos plegables para anunciarte, compras unas bonitas sillas, algunos cuadros y un sistema de sonido para colocar música suave. Logras un lugar adorable pero ya no tienes capital, la suerte está echada.

El día de la inauguración de tu barra de ensaladas, a las diez treinta, te diriges al lugar y notas unas personas afuera de tu negocio, no te importan. Introduces la llave en la chapa, un hombre te toca el hombro y te pregunta: "¿Ya va a abrir la barra?"; "Sí, tal vez en media hora" respondes, entras rápidamente, llamas a doña Blanca, una cocinera que contrataste que llega al instante con el pecoso, el asistente que hará el aseo. Ambos se ponen a trabajar y en veinte minutos, doña Blanca ha llenado los anaqueles de ensaladas frescas, de frutas y verduras y el pecoso ha dejado el lugar muy limpio.

El lugar no demora en llenarse y la caja en engordar, te parece ver a un actor más o menos famoso en tu negocio, tal vez a dos y la idea de la comida orgánica trajo también a una revista local para entrevistarte, sonríes satisfecho porque no esperabas tal éxito y aún no es medio día, segurá así hasta las dos aproximadamente.

El hombre que te abordó en la puerta vuelve y se acerca y le dice que es muy buena idea lo de las ensaladas orgánicas, "todo el mundo por acá está cansado de comer lo mismo, ya era hora que pudieramos almorzar algo sano, conozco a casi todas las personas que están ahora aquí, en tu negocio, y todos están aquí porque entienden el valor de la comida sana" y entras con él en una conversación acerca de las bondades de la comida orgánica, el cuidado de la salud, la producción justa y esas cosas. El pecoso te hace una seña, dejas al hombre y el pecoso te anuncia "Doña Blanca le manda a decir que se están acabando las verduras". Vas a la cocina y en efecto, calculas a ojo y en cuarenta minutos no tendrás nada que vender, y la gente sigue llegando y sigue sin ser medio día. Puedes llamar a Claudio, tu primo, puede venir de la finca con más verduras orgánicas, pero llegará en talvez dos horas, eso contando con que Claudio no tenga nada más que hacer y que enrealidad se preste, a Claudio no lo has visto muy comprometido. Doña Blanca puede volver a llenar los anaqueles de comida en diez minutos lo que te deja en la obligación de buscar una solución en menos de treinta minutos. Tienes que decidir ya, y tienes tres opciones:

1  Cerrar en la mitad del almuerzo, le dices a las personas de tu desabastecimiento y sonríes invitándolos para que vengan mañana. Les agradeces por haber venido al pequeño fracaso de la inauguración que se quedó a medias.

2  Mandar al pecoso por la puerta trasera para que compre algunas verduras normales y hacerlas pasar por orgánicas, a fin de cuenta, la diferencia de sabor es muy pequeña. Mañana puedes surtir en mayor cantidad y no volver a sufrir estando corto, aprenderás mucho.

3  Llamas a Claudio y lo esperas el tiempo que sea necesario con los anaqueles vacíos, lo más seguro es que para cuando Claudio llegue ya no habrá personas que quieran almorzar.